Métodos y técnicas para abordar el estudio
Aplicar técnicas de estudio
Cuando nos enfrentamos a un proceso selectivo que implica la adquisición y demostración de conocimientos, es muy importante aplicar técnicas de estudio adecuadas que nos ayudarán a rentabilizar el esfuerzo que supone el aprendizaje de un temario, y lo transformará en un aumento de las posibilidades de éxito.
El éxito en un proceso selectivo, no sólo depende de nuestro esfuerzo (en cantidad), sino de la aplicación de una estrategia o plan de estudio encaminado a adquirir de manera permanente en el tiempo el mayor conocimiento posible sobre la materia o temario que debemos estudiar. El rendimiento en el estudio no sólo depende de la cantidad de esfuerzo, sino de la calidad, es decir, de la aplicación de una serie de técnicas de estudio que nos facilitarán la tarea de aprender y garantizarán la permanencia de estos nuevos conceptos adquiridos en nuestra memoria.
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La correcta preparación de un examen mejorará nuestra confianza, y nos ayudará a alcanzar un mejor rendimiento durante la prueba. A parte de la aplicación de técnicas de estudio que después analizaremos concretamente, es necesario establecer un plan de estudio que incluirá:
- Conocer todo lo referente a la prueba (lugar, supuestos anteriores, tribunal, tiempo de realización, material, tipos de ejercicios,..)
- Planificar el estudio: rentabilizar el tiempo de estudio elaborando un plan de distribución de los temas.
- Aplicar correctamente técnicas de estudio (lectura, resumen, esquemas,..) que nos ayudarán a comprimir y retener la información.
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Métodos y técnicas para abordar el estudio
Existen diferentes métodos y técnicas para abordar el estudio. Para Pallarés Molíns el estudio debe organizarse en 6 fases:
1ª Visión de Conjunto
2ª Hacerse Preguntas
3ª Lectura atenta y detenida
4ª Autoexamen (expresar lo estudiado)
5ª Completar y Aplicar
6ª Repasar
1ª Visión de Conjunto: No nos llevará demasiado tiempo. Consiste en ordenar todo el material referente a un tema, clasificarlo y estructurarlo en un orden. Repasar los títulos y hacernos una idea de los distintos subapartados y la extensión. Esta fase, que parece poco importante, es de sumo interés, porque nos dará una primera impresión de la complejidad y extensión del tema a estudiar, y nos ayudará a organizar la siguiente fase.
2ª Hacerse Preguntas: Una vez realizado el paso anterior, debemos realizarnos preguntas sobre el tema a estudiar, de forma que nos motivemos y orientemos el estudio a una búsqueda activa de respuestas. Algunas de estas preguntas pueden ser ¿qué se sobre este tema? ¿Qué relación tienen con lo anteriormente estudiado? ¿Cuáles son los conceptos fundamentales? ¿ Cuales son las partes que me resultan más difíciles y cuales son más asequibles? ¿Cómo se puede estructurar el tema, en que subcapítulos? ¿Dónde incluiremos la información obtenida en artículos, otros temarios, etc,..?
3ª Lectura atenta y detenida: Esta fase sin duda es la más importante, siendo las dos anteriores preparatorias de esta. La lectura atenta implica, la lectura propiamente dicha, la reflexión sobre el tema y la aplicación de esquemas, resúmenes, cuadros comparativos,..es decir, la preparación del material para poder ser comprendido, asimilado y posteriormente memorizado por la persona que estudia. La lectura atenta puede implicar la necesidad de realizar varias lecturas. Puede acometerse una rápida, para introducirnos en el tema, una segunda para subrayar ideas principales y secundarias y una tercera para realizar anotaciones en el margen y organizar el texto en torno a palabras clave. A medida que se adquiera práctica en la aplicación de esta técnica, se reducirá el número de lecturas necesarias para comprender el texto, aumentando de esta forma nuestra comprensión lectora. Estos son algunos consejos para que la lectura sea lo más provechosa posible:
- Consulta en el diccionario todo aquellas palabras que no entiendas o puedan parecer ambiguas
- Presta atención a mapas y gráficos, no los pases por alto (una imagen vale más que mil palabras)
- Ten presentes las preguntas que te hiciste en la fase anterior y trata de enmarcar la información que obtienes de la lectura en ellas
- Localiza las ideas principales, secundarias y los datos o detalles (emplea distintas formas de subrayado o marcado para diferenciarlos)
- Trata de estructurar el texto haciendo anotaciones en el margen (por ejemplo: introducción, concepto, clasificación, observaciones, diferencias,..)
- Organiza estas ideas o estructuras en esquemas, cuadros sinópticos o mapas mentales, según la conveniencia.
- Visualiza lo que estás estudiando y trata de comprenderlo (no memorices)
- Si procede, saca conclusiones críticas de lo estudiado.
4ª Autoexámen: consiste en reformular lo aprendido, sin esquemas ni libro. Cierra los ojos y comienza a explicar el tema, o escríbelo de nuevo, si te resulta más fácil. Comprueba las diferencias entre lo que recuerdas y el tema original, prestando especial atención a los olvidos, las equivocaciones, las dudas, etc,.. repite cuantas veces sea necesario. Esta parte es fundamental para gravar los datos en la memoria, por eso es importante la elaboración de esquemas o cuadros, porque nos ahorrarán mucho tiempo en la comprobación.
5ª Completar y Aplicar: Trata siempre de actualizar la información (esto se valora mucho en las oposiciones). Intenta relacionar los contenidos de este tema aprendido, con otros adquiridos anteriormente o pregúntate con qué nuevos conocimientos se podrían relacionar. Trata de motivarte para conseguir recordar y afianzar tus conocimientos, especialmente, aquellos datos que más te cueste retener.
6ª Repasar: Para Salas Parrilla el repaso es la mejor forma de luchar contra el olvido. Cuanto más frecuentes sean los repasos, mejor gravada quedará la información en nuestra memoria. Es recomendable destinar un breve período de repaso al inicio del estudio, viendo los contenidos aprendidos el día anterior, y un repaso un poco más detenido, al finalizar el estudio o en sesiones completas destinadas al repaso, de diferentes partes del temario, para poder dominarlo a la perfección.
Aunque en otras secciones profundizaremos con detalle en técnicas concretas de estudio, es importante que al finalizar este artículo comprendas que lo importante no es estudiar durante mucho tiempo, sino aprovechar al máximo el tiempo de estudio, para sacar el mayor rendimiento posible. De esta forma dispondrás también de más tiempo de ocio o descanso, y te facilitará la labor de estudio si lo compaginas con otras actividades laborales o si tienes cargas familiares que te impiden dedicar largas horas a ponerte delante del libro. Para que puedas llevar a cabo esta tarea, es fundamental que trates de automotivarse y sobre todo que tengas plena confianza en ti mismo y en este método de estudio, de tal forma que no abandones tu proyecto y que seas capaz de dar el 100% de tu capacidad durante la tarea de estudio.
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